En el post de hoy, te quiero contar cómo funcionan las creencias sexuales y la manera en que pueden afectar nuestro día a día. ¿Por qué sucede esto? Porque las creencias condicionan cómo percibimos la realidad, pudiendo crear un impacto positivo o negativo en nuestra vida. Es por eso que tener unas creencias sexuales limitantes puede afectar tu vida sexual más de lo que debería.
¿Te sientes identificad@? Entonces, sigue leyendo porque este post te va a ayudar a cambiar tu perspectiva de las cosas. ¡Empezamos!
Creencias sexuales limitantes y potenciadoras
¿Cómo funcionan las creencias sexuales?
Hay algo que debes saber y es que las creencias son como una especie de filtro por medio del cual vemos e interpretamos lo que sucede a nuestro alrededor.
Todos estamos llenos de creencias. Muchas de ellas se han ido construyendo desde la infancia, mientras que otras son sociales y ancestrales. Lo importante en este punto es reconocer su existencia y, en base a eso, decidir si son beneficiosas para nosotros o no.
De hecho, por medio de ayuda terapéutica, es posible suprimir, poco a poco, cierto tipo de creencias sexuales limitantes o, por el contrario, potenciar aquellas que sí son positivas y beneficiosas para la persona.
Autoestima sexual y creencias sexuales
Aunque no lo creas, las creencias sexuales que tenemos con respecto a nosotros mismos pueden influir de manera directa en nuestra autoestima sexual, tanto para bien como para mal.
¿Y esto por qué sucede? En realidad es muy sencillo. Si tú crees que no eres buen amante en la cama, por ejemplo, lo más normal es que tu autoestima sexual baje y te sientas inseguro en ese ámbito de tu vida.
El problema es que estas creencias pueden no ser reales, pero al creérnoslas, las hacemos realidad y ahí es donde aparecen los problemas.
Los dos tipos de creencias sexuales que debes conocer
Como te comentaba anteriormente, hay dos tipos de creencias sexuales. Por un lado, tenemos las limitantes y, por otro, las potenciadoras.
Las potenciadoras son todas aquellas que nos hacen sentirnos bien y que nos ayudan a obtener mejores resultados.
Por ejemplo: Si yo me considero un buen amante, lo más seguro es que esté confiado en ese sentido y vaya mucho más tranquilo a una relación sexual, consiguiendo que todo fluya mejor y sin ningún tipo de nervios.
Las limitantes son todo lo contrario. Son creencias que nos entorpecen y nos limitan.
Por ejemplo: soy feo y no se me da bien hablar con las mujeres. Con esta creencia da igual lo que hagas, te vas a juzgar con tu filtro y va a ser difícil sacarte de ahí, aunque otras personas te digan lo contrario.
De hecho, en estos casos, si te dicen que eres guapo o un buen amante pensarás que te lo están diciendo para quedar bien o por animarte, pero no te lo creerás porque, para ti, eso no es verdad.
Yo, por ejemplo, durante muchos años tuve creencias limitantes con respecto a mi destreza para conducir. Creía que era torpe, que molestaba. Poco a poco, me fui dando cuenta que esto no era así y, actualmente, no tengo ningún problema con ello.
Creo que no soy suficiente para mi pareja, una creencia limitante
Esta frase: «creo que no soy suficiente para mi pareja» es una creencia limitante y, además, se trata de un pensamiento recurrente en muchas parejas.
¿Has oído alguna vez la frase: Lo que crees, creas? Pues se trata del fenómeno psicológico de la profecía autocumplida y está científicamente comprobado que es 100% REAL.
Si tú consideras que no vales y que te van a dejar por eso, lo más probable es que suceda, pero no por lo que tú crees, sino porque te estás condicionando y, en consecuencia, estás afectando al resultado.
Creencias sexuales limitantes, lo que debes saber
Como parte de mi curso online «El buen amante para hombres heterosexuales», grabé un vídeo sobre el poder de las creencias en nuestra vida sexual y cómo la parte mental juega un papel importante en nuestra sexualidad, aunque no lo creas.
Te dejo el enlace a continuación porque estoy segura que te va a venir muy bien. ¡Ah! Y si tienes a algún@ amig@ en esta situación, pásale el enlace. ¡Le vendrá genial!